Hace poco hablaba sobre el servicio al cliente y su importancia para los mencionados. Sin embargo para poder brindar esta atención con calidad no debemos olvidar el cliente interno. Este concepto nos habla de la importancia del trato a los empleados. Teniendo en cuenta que siempre queremos la mejor impresión de nuestros clientes, sería importante tener algunas políticas sobre el tema.
¿Puedes tratar bien a alguien, si a ti no te tratan bien?
Pienso que dar un buen servicio a un cliente es muy difícil en territorios hostiles. Al final de todo el empleado terminará descargándose con el cliente. La verdad parece bastante sencillo “enseñarles” como se trata un cliente. Lo único que hay que hacer es tratarlos así a ellos, al final son los que sostienen el negocio. En mi rol de cliente he visto en algunos sitios un maltrato a los empleados y servicio termina por contaminarse. Me parece de sentido común pero a algunos pequeños empresarios no parece importarles.
Un caso de la vida real…
No hace mucho me vi envuelto en una situación por más incómoda como cliente. Resulta que el dueño del local insultaba en repetidas ocasiones a su empleado. Todo en el momento en el cuál me encontraba realizando una cotización. Era un tema interno pero estaba presente al seguir los insultos en el momento de una posible compra. Ese tipo de personas no se dejan dar un consejo y mucho menos le interesa la opinión del cliente. Que tanto le podrá importar lo que piensa el empleado que ante todo no se desquitó conmigo. Pero la impresión que me llevo del sitio es algo como de esclavitud por decir menos.
Soluciones e implementaciones de un servicio basado en el cliente interno
En el caso anterior que se presentó por un desconocimiento del empleado la solución paso por un insulto. Por mi parte me ofrecí a realizar la compra para extender el tema. Pero esa no es la solución definitiva, algún día esa persona podría estallar ante un cliente. La implementación de políticas suele ser la primera solución al problema. Sin embargo si no se realiza de forma gradual puede generar discordia entre los mismos empleados. Pero la solución más sencilla es tratar bien a los empleados, sin ir más allá de un saludo y trato adecuados. Esto por supuesto no quiere decir que en un momento no se dé un regaño, pero siempre hay que evitar las humillaciones y más en público.