Durante la semana pasada tuve una serie de revelaciones del emprendimiento. Como las últimas semanas tuve dos temas importantes a tratar. El primero es de negociaciones con los clientes y el segundo relacionado con el dinero. Desde mi perspectiva al final todo tiene que ver con el dinero, o eso pensaba hasta esta semana. Si me he sentido un poco alejado de la programación porque me he dedicado a estos dos temas. En estos momentos es cuando pienso que hay potencial para una empresa, pero aún queda camino. Hay que pensar de nuevo en el trabajo en equipo, pero sería la forma de crecer. Con el avance sigo aprendiendo cada vez más cosas y lo importante es eso mismo.
Propuestas, negociaciones y cierres
En el mundo de la venta de software es difícil cerrar la venta cuando se presenta la propuesta. Normalmente son inversiones de costo alto y requiere un análisis previo. Lo máximo que podemos hacer es presentar la propuesta con una vigencia fija. De esta manera podremos organizar nuestro trabajo mucho mejor. El otro punto es que el cliente puede presentar una contrapropuesta y hay que estar preparados para negociar. En mi opinión hay que negociar sobre cosas que se van a hacer y no hacer todo por menor valor. Otro detalle que hay que tener en cuenta es tener varias opciones para seleccionar. En el caso del desarrollo de software es fácil porque se divide todo en módulos y ya. Para finalizar no olvidemos el tiempo en el que nos vamos a comprometer, siempre debemos dar unos días más sobre la estimación.
El dinero no lo es todo, al menos en el emprendimiento
Durante esta semana he recibido una lección de vida por parte de un mentor. Él me dice que se puede ayudar a las personas sin recibir un pago a cambio. Ayudar a las personas nos hace sentir más humanos y siempre se siente bien ayudar a alguien. El problema es que si nunca se cobra podríamos llegar a tener un descuadre financiero. Sin embargo, en el emprendimiento es posible el concepto de cadena de favores. En este caso no tiene que ver necesariamente con dinero, además son casos muy especiales. Desde otra perspectiva un emprendimiento se considera fallido si no logra sostenerse. Pero lo que realmente vale es la experiencia que no se puede medir con dinero. En estos años que llevo emprendiendo he aprendido un sin número de lecciones. No podría decirle a una persona como emprender ya que es un proceso único y personal. Pero si le podría ayudar contándole todo lo que he hecho mal y evitarle una de tantas caídas que siempre hay.