Diciembre es un mes donde por lo general se hace el proceso de reflexión. Durante todo el año estamos viviendo del día a día y no hay un momento para pensar en este tema. Sin embargo muchas personas se plantean los objetivos del año siguiente aunque no se lleven a cabo. Esto pienso que sucede porque no hay un compromiso adquirido, la forma de que sea así es ¡tenerlo por escrito!
Análisis del año transcurrido
Si bien es verdad que el año no se ha acabado, es el momento de resumir. Pensar en todo lo que hemos realizado en el año y hacer un balance de objetivos alcanzados. No es suficiente con esto, sino que por el contrario revisar por que no se alcanzó lo planificado. Por otra parte la reflexión nos puede servir para ver cuales si se alcanzaron para tomarlos como ejemplo para el año que viene. Podría ser un momento incluso para hacer la introspección que debería ser realizada como mínimo una vez al año.
Trazar el camino del siguiente año y medir resultados
Ya sabemos que se hizo bien y mal durante el año, además de que fue lo que no se hizo. Adicionalmente sabemos que queremos en nuestra vida y posiblemente en nuestro emprendimiento. Es momento de tomar nota y presupuestar objetivos, de tal manera que lo podamos revisar frecuentemente. Pensaría que es más efectivo no decir: “esto lo haré durante el año”. Por el contrario debería plantearse el objetivo de la siguiente manera: “Esto lo haré en Enero y Febrero”. Hacer un seguimiento de estas metas (profesionales, familiares y personales) y si es necesario replantear el tiempo.
Emprendimiento y reflexión
Como emprendedor sé muy bien que estos dos términos van muy de la mano. La razón es muy sencilla, un emprendimiento suele tener un alto margen de error. Enfrentar los fallos suele ser un proceso de mucha atención, esto permite aprender y hacerse más fuerte. Cada emprendimiento puede cambiar de ruta durante su transcurrir, por ejemplo este año varíe de implementar sitios web a generar software empresarial. En un emprendimiento hay que hacer un proceso de reflexión casi que cada 3 meses cuando va empezando. A medida que va avanzando se amplía el plazo, en realidad podría ser cada 6 meses o cada año. He aprendido que hay que tener tiempo para realizar cada cosa, y este proceso es primordial al emprender.