Ya han pasado dos años desde ese momento en el que dejé el trabajo estable que tenía. Es un buen momento para hacer un balance y compartir algo de lo que he aprendido. También compartiré lo que tengo planificado para el futuro y cómo lo quiero alcanzar. El camino del emprendimiento es bastante irregular, pensaría que no todos están preparados para esta aventura. En mi caso particular el momento que elegí puede ser visto como el peor de todos. La empresa en la que estaba tenía una proyección grandísima, mi esposa estaba embarazada y faltaban solo 3 meses para que naciera la bebé.
El momento de emprender y dejar todo lo que había conseguido
Estaba decidido, todo se estaba dando de tal manera que emprender era la respuesta para todo. Ya había aprendido lo suficiente para diseñar sitios web y lo que no sabía lo aprendería en el camino. Al final de cuentas, algo que tenemos las personas es que aprendemos con la práctica. Entonces un plan de varias fases había comenzado, iba a emprender en solitario para tomar algo de experiencia y luego montar una empresa y seguir hacia adelante. Todo con el “plus” que mi hija venía en camino por lo que tenía unos 6 meses para que todo saliera correctamente.
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Lo primero era dejar el empleo que tenía, resultaba muy difícil por que le tenía cariño a la empresa en la que estaba. Peor aún se venían grandes cambios y yo hacía parte de una gran renovación. Nadie es indispensable en una compañía, así que debía realizar los trámites lo más rápido posible. Simplemente me enfoque en el futuro que esperaba y no di pie a ningún cambio de opinión. Aparte esto de emprendimiento ya me había emocionado (sin saber muy bien porque) y era lo que quería. Muchos me decían que estaba loco, por dejar una estabilidad y más aún cuando venía la bebé en camino.
Yo como emprendedor novato…
Lo primero que tuve claro era que tenía que hacer algo de ejercicio. La primera cosa que me di cuenta es que no tenía que pasar como 3 horas manejando para ir y venir de la oficina. Independiente de todo lo que pasó, creo que es una decisión acertada y no lo descarto a futuro. En medio de la innovación que “desbordaba” grabe un podcast, que pretendía que fuera diario. Al igual que el ejercicio tampoco lo descarto a futuro, porque al final no tardaba tanto en grabar y me gustaba. Pero al principio podía demorarme casi 6 horas para grabar 15 minutos. Ahora lo importante, el marketing digital, sitios web y con la generación de contenidos y mi vivo ejemplo ya tenía todo listo.
Pues llegó un momento en el que me di cuenta que tenía que vender, cosa que nunca había hecho. Que tan difícil podría ser, muestro las ventajas del marketing online, la calidad de los sitios web con WordPress y ya está, ¡se vende solo! Pues en realidad fue todo muy diferente, nada se vende solo, por muy bueno que pueda ser. Para completar no sabía bien a quien le iba a vender, así que empecé por la finca raíz, ellos siempre tienen dinero así que pensé que era una buena opción.